Desde hace algunos años el software libre se está generalizando entre usuarios domésticos, tanto que a día de hoy la informática oferta un número de programas gratuitos tan elevado que no es necesario contar con aplicaciones de pago si no se quiere, llegando a poder comprar ordenadores que sistemas operativos libres que incluyen por el mismo precio que un ordenador que tiene que pagar una licencia de sistema todo un conjunto de aplicaciones o una potencia de procesamiento mayor.
Desde el propio sistema operativo hasta programas profesionales muy avanzados, la oferta de todos ellos es tan amplia que cualquiera puede desarrollar incluso una estrategia empresarial sin tener que gastarse un solo céntimo en software. Gobiernos y grandes empresas han comenzado a darse cuenta de esto y están migrando sus equipos de forma masiva hasta aplicaciones de código abierto, lo que a su vez les permite desarrollar sus propias versiones y adaptarlas mucho mejor que con las que tienen que encargar y por las que se tiene que pagar muchas veces una verdadera fortuna y no hay posibilidad de hacer actualizaciones si no es pagando previamente.
Gracias al software libre se puede pensar en poner en marcha una página web, una oficina y hasta una línea de producción completa por mucho menos de lo que costaba hace tan solo unos años.