Crece el número de empresas latinoamericanas que utilizan su Small Data

Crece el número de empresas latinoamericanas que utilizan su Small Data

La necesidad constante de las empresas por mejorar y escalar puestos entre el resto hace que tengan que estar en constante evolución, tratando de ser las primeras en aplicar innovaciones e ideas a sus productos. Lo más habitual es que las empresas traten de recabar toda la información posible en grandes cantidades para, posteriormente, recabar información útil de entre esos millones de datos. Esos grandes volúmenes de información pueden no ser relevantes, y haber requerido una gran inversión, algo que las grandes empresas pueden permitirse, pero no las pequeñas. Por suerte, utilizar el small data como tecnología para aumentar tus ventas es algo muy positivo si tienes una pequeña empresa, no requiere de una inversión exagerada y puedes realizarla tú mismo.

El principio básico del small data es recabar información directamente del consumidor. Ya que es el cliente el que compra nuestro producto y analiza todo el servicio, ¿qué mejores datos podemos obtener que los objetivos de alguien que espera un servicio de nosotros y que puede no estar del todo contento? La respuesta es ningunos. Un ejemplo que podemos observar es las llamadas de teléfono tras una reclamación a una empresa. Son muchas las empresas de telefonía que, tras ofrecer un servicio, instalación o atendimiento telefónico realizan una breve encuesta para valorar la satisfacción del cliente con los diferentes aspectos de su servicio. Esto, sumado en grandes cantidades, puede arrojar unos valores positivos y otros negativos, que serán los que deba corregir la compañía, pero en este caso, se contaba con un elevado presupuesto. Algunas de las ventajas que tiene el Small Data son:

  • La posibilidad de conocer qué productos interesan al cliente en un futuro.
  • Conocer cuál es el precio que están dispuestos a pagar los consumidores.
  • Podemos saber si el mercado actual permite la introducción de un nuevo producto y si este será rentable.
  • Conocer el nivel de satisfacción que el cliente tiene con nuestra marca.
  • Obtener información acerca de qué aspectos pueden mejorarse en nuestro producto o en la atención al cliente.

Como ves, estos puntos que a primera vista parecen tan lógicos, hay muchas empresas que nos los pulen, lo que hace que al final el cliente no esté conforme y no vuelva a contactar con nosotros. Debemos de entender que, de cara a un futuro, tener una cartera de clientes amplia y con un nivel de confianza elevado será un buen respaldo para cualquier transformación que queramos hacer en nuestra empresa. Otro ejemplo, un grupo de clientes ha coincidido en que nuestra web, aunque intuitiva, no está muy bien lograda para dispositivos móviles. Ponernos manos a la obra y tratar de mejorarla será un gran punto a favor de la empresa, puesto que hoy en día, millones de personas utilizan su smartphone para buscar productos, y si entran en una web poco atractiva no se sentirán atraídos a realizar una compra. Podía decirse que es una relación de doble sentido, puesto que el cliente también agradecerá que se valoren sus sugerencias y disfrutar de una experiencia mucho más intuitiva en nuestra web.

Datos, datos y más datos, en eso se resume cualquier campaña de marketing que hagamos. Ya sea a gran escala o con menos presupuesto, los datos deben de analizarse. Ceñirnos a un presupuesto no es algo malo, al contrario, si invertimos ese dinero de la forma correcta y utilizamos las herramientas más actuales podremos tener una información relevante sin necesidad de contratar expertos ni pasar meses tratando de dar con la solución al problema. Cuida de tus clientes, aprovecha sus opiniones y comienza a crecer.