Los virus informáticos son programas maliciosos que infectan a otros archivos de nuestro sistema operativo (más usualmente en Windows, aunque ninguno esté libre de este mal) con el propósito de dañarlo o realizar algún tipo de fraude. Cada vez buscan permanecer en las víctimas sin ser detectados, para enviar spam, hostear otros virus o robar datos.
Como los virus necesitan un programa ejecutable para instalarse en el sistema de la víctima, y alojarse en su memoria; las principales fuentes de “infección” son redes sociales, descargas regalo o sitios web fraudulentos (a través de phishing) o dispositivos infectados.
Para sistemas operativos como Windows, la prevención se convierte en un punto vital para subsistir sin ser infectado; esto se logra a través de la instalación de un programa antivirus, que analizan el ordenador al momento del arranque, también a los dispositivos externos; y si te conectas a internet, monitorean los archivos de descarga.
La más reciente evolución de estas formas de delincuencia informática, son los virus que se pueden transmitir por wifi. Una vez que el virus gana el control de la red, deja a las máquinas conectadas vulnerables para ser infectadas por otros parásitos informáticos.
Es importante a la hora de descargar un programa antivirus, mantenerse descargando de forma regular las actualizaciones que los programadores ofrecen. Ya que en el mundo de los virus juega mejor el que se salta más trampas, los programadores buscan estar constantemente agregando nuevos candados de seguridad para evadir al llamado malware.